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Desempeñarse como cuidador de personas mayores es una labor noble y gratificante, que, a su vez, exige una serie de aptitudes esenciales para brindar la mejor atención posible. Las habilidades de un cuidador de adultos mayores van más allá del conocimiento físico o médico; incluyen el apoyo emocional, la paciencia y la capacidad para manejar situaciones difíciles.
Las competencias necesarias para el cuidado de personas mayores se dividen en dos categorías fundamentales. En primer lugar, las habilidades duras, adquiridas mediante educación y formación, abarcan conocimientos técnicos como la administración segura de medicamentos y el traslado de personas mayores.Por otro lado, las habilidades blandas, centradas en la interacción humana, incluyen rasgos como la empatía, la paciencia, la comprensión y la capacidad para manejar el estrés, elementos cruciales para brindar un cuidado compasivo y adaptado a las necesidades únicas de cada individuo.
El cuidador ¿Quién es?
Se ha definido al cuidador como “aquella persona que asiste o cuida a otra afectada de cualquier tipo de discapacidad, minusvalía o incapacidad que le dificulta o impide el desarrollo normal de sus actividades vitales o de sus relaciones sociales”.
A partir de esta definición general de cuidadores, se establece la diferencia de los cuidadores directos, en cuidadores informales y formales. Los cuidadores “informales no disponen de capacitación, no son remunerados por su tarea y tienen un elevado grado de compromiso hacia la tarea, caracterizada por el afecto y una atención sin límites de horarios. El apoyo informal es brindado principalmente por familiares, participando también amigos y vecinos. Señalamos la importancia del cuidador principal, dicho rol es por lo general desempeñado por el cónyuge o familiar mujer más próximo. Los cuidadores principales o primarios (en la literatura también se conocen como cuidadores familiares), son los que asumen su total responsabilidad en la tarea, pasando por diferenciaciones progresivas esta situación según la ayuda que reciban. A diferencia de los cuidadores primarios, los secundarios no tienen la responsabilidad principal del cuidado de los ancianos.e en el trópico.